mientras cierras la noche 19.


XIX

Apuramos la noche que se apaga,
cerramos nuestro azul devocionario
y aquel nítido roce del rosario
- las cuentas son tus dedos – arde, vaga

y arribará el silencio que naufraga.
Dulcemente desnudo el calendario;
tu delicada piel, el santuario,
ese nuevo silencio, río, daga.

Asciendes levemente, fugitivo,
animal de veraz arquitectura,
paloma o huracán definitivo,

tigre, lascivia, dios sin atadura.
Tras de tus bordes tenues va cautivo
el ángel de pasión de mi cintura.