mientras cierras la noche 14.


XIV

Deslizarme hacia ti, como una ninfa,
al compás de tus manos,
sorteando las sábanas azules
que anidan la distancia;
sentir el oleaje
que tiembla tras tu pecho
y la vertiente clara de ternura.

Deslizarme hacia ti, bajo tu cuerpo
y sentir el calor de tus pupilas
y el tibio resbalar
del jadeo desnudo de tus labios.

Deslizarme hacia ti,
con el deseo estático en la sombra
y algún preludio añil
que aleje la amenaza del abismo.