mientras cierras la noche 16.


XVI

Contemplarte por fin, averiguarte,
curva febril, estrella,
derramar por tu cuerpo
el marchito rosario de mis manos,
deslizarme, cautiva,
por el ardiente cauce de tu espalda,
lenta, perdidamente.

Asciendo, leve, al templo de tu espalda,
pensando, susurrando
que voy enloqueciendo
con el cristal feroz de tu latido.

Vértigo, luz, conjuros,
emboscada o dintel
asombrando macizos capiteles
y una herida mortal en mi inocencia.