Al menos estas letras
pueden gastar la tinta de mi llanto
en conocidas formas pronunciables
de frías cicatrices
y distancia.

Al menos cada tarde
puedo engarzar el alma de tus ojos
con la noche impasible, retadora
y ahogada en el letargo
de tu olvido.

Al menos tu sonrisa
puede acallar el tiempo y dibujarlo
como un escaparate de silencios
donde acunar canciones
o esperanzas.

Luego, lejos de ti,
se suicidan sin brillo las estrellas.
S.Y.
Si pudiera llamarte, si tuviese
el número del mundo en el que habitas,
te diría al oído que tus labios
son rompientes de mar donde se estrella
el deseo nocturno de mi boca;
que mis labios recogen de tus ojos
la brisa y la derraman por tu cuerpo
en destierros de vértigo insondable;
te contaría cómo, cada noche,
tu pecho se hace duna entre mis manos
y tus muslos la orilla, la frontera
en la que mis cabellos se derraman.

Si pudiera llamarte, te hablaría
del más febril de todos mis secretos.

ícaro.


fire.


snow lands.


Estos árboles tristes
van marcando las horas del otoño
con sus pasos cansados de perderte.

Tú te escondes de ellos, de mis ojos
y del balcón que cuelga desde el llanto.

El mundo pinta en gris.
Yo y mis violetas
no podemos jugar en esta ronda.
Tú siempre llevas negro y siempre pierdes.

Pensábamos, tal vez que, en la derrota,
unir dos soledades nos haría
un poco más felices.

Pero diciembre habita las estancias
de toda nuestra vida
y nos convierte en polvo entre sus dedos.

watchcat.


elf.

Para  Rocío



Toma tu nombre,
yo te lo devuelvo
envuelto en la tristeza de las noches.

Está un poco gastado
de tanto pronunciarlo, de sentirlo
quemándome en la lengua y en el alma,
de abrazarlo en la esquina de las horas,
de acariciarlo siempre
como el sueño más bello e imposible,
de arrastrarlo, despacio, por mi cuerpo
y de llorarle encima mi derrota.

Te devuelvo tu nombre,
la palabra más bella que conozco.

Son las únicas letras, amor mío,
que me han hecho volar.
Hace tiempo de besos, de caricias,
de amor en el salón, de chimeneas,
de encender ilusiones
y velas que iluminen cada estancia.

Hace tiempo de risas, de bufandas,
de derretir la nieve entre las manos.

Hace tiempo de magia ¿no lo sientes?
Abre tu corazón, cierra los ojos
y escucha más allá de tus latidos.

Hace tiempo de ti...
si tú me esperas.

fantasy.


diciembre.



Diciembre ha decidido visitarme.
El frío se ha instalado en cada margen
de mi cuerpo sin ti
y ha convertido
en hielo mis papeles y mis ropas,
mis recuerdos, mis fotos
y todas las esquinas de mi alma.

Hace diciembre ahora en esta casa
y en Madrid, y en el mundo,
y en la canción que suena,
y en los dedos
con los que escribo ahora
para ti, para mí, para nosotros,
que diciembre ha venido a visitarme.