Soy nada en este espejo de silencios.
Soy tu nombre callado,
tu sonrisa
mil veces desvestida de distancia,
tus ojos, como lagos infinitos,
fríos de eternidad,
claros de ausencia.
Soy tu cuerpo abrazado en el olvido,
soy la noche que llora en los portales,
soy la tristeza ardiendo,
el llanto que proclama tus palabras
y ese viento en la piel,
que te acaricia
y busca el precipicio de tus labios.
Ya nada soy sin ti,
se ha roto el tiempo
y el miedo ha asesinado sus respuestas.

junio.


la noche es oscura y alberga horrores.


A veces voy sonámbula de sueños
a la luz de las sombras;
de bandadas de sombras entreabiertas
que me llaman del fondo de la nada.
A veces voy perdida en los segundos,
chocando contra el tiempo una y mil veces
y no encuentro una puerta,
una almohada,
unos ojos
donde posar mi llanto.
A veces silba solo la tristeza
en la esquina gastada de la tarde
y prefiero la muerte.
Y no consigo, a veces,
presentir una luna entre mi pelo
o tu amor en mi oído
o tu presencia viva por mi sangre.

Pero sigo esperando, como siempre,
en el lento desfile de la noche,
tu cuerpo o tu caricia
y esos besos,
a veces tan lejanos,
que tan confusamente me enlazaban
al más bello arco-iris
y a todas las palabras de la historia.
Tengo varios proyectos en esbozo:
varios poemas breves
que escribir con mis labios en tu espalda,
poemas monosílabos que trepen por tu pelo,
palabras que se enreden, rendidas en tus labios.

Quisiera tatuarme
tu rostro en las pupilas, tan pequeñas,
y tan grandes de ti, cuando te miran.

Tengo que componer
la plena sinfonía de dos cuerpos
que se buscan, se encuentran y naufragan
en las sábanas cárcel de algún astro.

Debo esculpir mi pecho
para cuando tus manos lo convoquen,
mis caderas, mis piernas,
para el roce febril de tu desnudo.

Tengo varios proyectos en esbozo
y no me corre prisa concluirlos
porque este amor vedado
es para siempre.

flores mágicas para Paula y Ada.


wednesday.