Diciembre ha decidido visitarme.
El frío se ha instalado en cada margen
de mi cuerpo sin ti
y ha convertido
en hielo mis papeles y mis ropas,
mis recuerdos, mis fotos
y todas las esquinas de mi alma.

Hace diciembre ahora en esta casa
y en Madrid, y en el mundo,
y en la canción que suena,
y en los dedos
con los que escribo ahora
para ti, para mí, para nosotros,
que diciembre ha venido a visitarme.