Quiero ser una de ellas.
Una de esas mujeres que has amado
quizás solo una noche.
Una de las que hicieron de tu espalda
un circuito cerrado de caricias,
de las que desdoblaron
un pulso de saliva por tu cuello,
cincelaron tu pecho con su tacto
e incendiaron cenizas en tus ojos.
Quiero sentir desnudo tu desnudo,
al menos una vez,
al menos una.