Cuando encienden mis labios esos muros
que creamos con tiempo y con excusas,
el mundo se hace espalda,
viga o reja
que separa el insomnio de los sueños.
Tantas fábulas pueblan las esquinas
de este collage enfermo del olvido…
Tantas palabras sordas,
tanto margen…
Y no reconocerte siempre cerca
detrás de los secretos.
Cuando encienden mis labios esos muros,
renombro las fronteras
y separo tu tiempo de mis alas.