Todo el mundo es tu
cuerpo
descalzado de sombras
y abierto a mis caricias.
Ya no hay miedo prendido
en mis pestañas
ni palabras ardiendo
entre tus labios.
Hoy el mundo es tus ojos
y estos sueños
compartidos, eternos,
incansables
que enlazaron tu vida con
mi vida.
Todo el mundo eres tú,
que noche a noche,
pones cercos al mar de mi
tristeza
y conviertes las lágrimas en alas.
y conviertes las lágrimas en alas.
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